DIOS
Ramón Franky Galvis
Querer vivir sin Dios es un absurdo,
es de las ignorancias la mas crasa,
porque es imaginar que la materia
al pensamiento puede prestar alas.
De Dios el gran poder fulge en los astros
que los cielos alumbran y engalanan,
en las nubes que pueblas los espacios
y en los cambiantes tintes de las albas.
Musitando de Dios en santo nombre
el vendaval furente se desata
lafuente se desliza rumorosa
atruena con furor la catarata.
En el lienzo infinito de los cielos
fulge del Dios Eterno la mirada,
cuando el rayo sacude los espacios,
hondo pavor sembrando en nuestras almas.
Encontramos a Dios en todas partes,
ella luz, en las sombras, en las auras
en la policromía de las flores
y en el verdor risueño de las plantas.
Es Dios del infinito el amo y dueño
y, de la inmensidad las lindes marca.
Dios no tiene pasado ni futuro
Porque la eternidad es su morada.
Dios esta en el manjar de nuestra mesa,
en el vino que alegra nuestra holganza,
en el pan que nos nutre generoso,
en la sal, en las frutas y en el agua.
En las cumbre nevadas de los montes,
entre nieblas y brumas se recata
la majestad radiante de hermosura
del Dios de perfección, bondad y gracia.
El aliento de Dios puebla las urbes,
se persigue en la latitud de la montaña,
reposa en las alturas penumbrosas,
se expande en la extensión de la llamada.
Nos sigue Dios por todos los caminos,
El en la soledad nos acompaña
y en las horas fatales de la duda
alumbra nuestras mentes alocadas.
Si dormimos, Dios vela en nuestro sueño
si velamos, es luz en nuestras almas
y en las noches de luto pesaroso,
consolación nos da con la esperanza.
Veos a Dios radiante y majestuoso
en el regio fulgor de la mañana,
en los pálidos rayos del crepúsculo
y en la noche saliente y recatada.
Esta Dios en la luz, esta en la brisa
esta en las hondas simas desoladas
y en las enhiestan cumbres que se yerguen,
coronadas de nieves y de escarcha.
Esta Dios en los cielos rutilantes,
esta Dios de la mar sobre las aguas,
esta Dios en el fuego que devora,
Dios es la eternidad, Dios es la gracia.
Sin Dios la humanidad tuviera solo
miserias pesadumbres y desgracias,
fuera la vida un campo de combate
donde nunca jamás hubiera calma.
Es inútil buscar sin Dios la ciencia;
la belleza sin Dios no vale nada,
Sin Dios el loco amor tan solo fuera
apetito mendaz, miseria insana.
Como es Dios el perdón y la clemencia,
como es Dios la justicia soberana,
tolera que vayamos por el mundo
despreciando el tesoro de sus gracias.
Afirmemos resueltos y valientes
sobre la tierra fértil nuestra planta,
y elevemos al cielo nuestros ojos,
del auxilio de Dios en la demanda.
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